martes, 16 de marzo de 2021

Adiós, Mariposa.

 Al llegar a casa, cargada con el carrito de la compra, la mariposa blanca iba derecha hacia el acuario donde Pascualita, subida en su borde, la veía venir. - ¡Nooooooooooo! ¡No te arrimes que te comerá! - Pero el caso es que la mariposa se colocó sobre el pelo-algas de la medio sardina y... no pasó nada.

Cosa rara porque la sirena se ha aficionado a comer todo lo que se le acerca. De todos modos, no le quité ojo. Llevaba un rato en tensión, esperando que, de un momento a otro ocurriera una tragedia. Pensé que lo mejor sería desviar la atención de la sirena aunque no sabía cómo. Mi mente acudió en mi ayuda llevándome hasta un pensamiento que ayer dejé colgando: La edad, hacia atrás, que celebra la sirena.

 - ¡Así que, ahora los cuentas hacia atrás! por eso rejuveneces año tras año. ¡Así no vale, guapa! De éste modo yo también habría conocido a los dinosaurios... Mejor, no, Podrían haberme comido. 

Pascualita hizo la señal de OK y siguió contemplando a la mariposa blanca y yo, a lo mío: - Me gustaría saber cuántas veces has ido hacia atrás y adelante... Tus amigas ya no sabrían qué regalarte. 

Sobre la lámpara del comedor apareció mi primer abuelito: - ¿Dónde estabas? - Probándome sudarios a cual más espectacular. ¿Te gusta? (Extendió la tela que lo cubría) Es de Christian Dior. Y gratis! El hombre está entretenido y lo agradece así porque la Eternidad es muuuuuy larga. - ¿Lo conoces? ¡Que envidia! - Cuando te mueras te lo presentaré. - ¡Quita, quita! 

Mientras hablábamos, la mariposa blanca, tan pequeña, salió volando despidiéndose de todos, incluso de Pepe el jibarizado que lo hizo a su manera: ¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Antes de llegar a la cristalera del balcón, la mariposa desapareció, pasando al otro lado del Espejo muy cerca de mi primer abuelito. Y allí se quedó por siempre jamás.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! - Tragándome una lágrima, pregunté: ¿A ver si sabe cómo celebran su cumpleaños las sirenas, Cotilla? - Voy a llamar a Alcohólicos Anónimos y ellos te lo contarán. Mira que desayunar con chinchón... ¡Que cruz tenemos contigo!

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