jueves, 24 de junio de 2021

¿Y yo?

 - "¿Qué has hecho esta noche, nena?" - Dormir y callar, como la Ratita del cuento... ¿Para preguntarme esa tontería me despiertas? ¡Son las seis de la mañana! - "Sí. Es tarde... ¡Que bien lo hemos pasado celebrando San Juan! Huuuuy, me caigo de sueñoooo ... ¡Voy, Andresitooo!" - ¿Dónde lo habéis pasado bien, abuela? - "Ya te contare..." - ¡No me dejes así que me he espabilado! - "En El Funeral... con los caballos de Ciudadela jajajajajaja ¡Lo que nos hemos reído! (a esto le siguió un estremecedor rugido de la selva africana) - ¿Hay un león en tu casa? - "He bostezado, pardala"

Mientras intentaba coger, de nuevo, el sueño una frase de la abuela retumbó en mi cerebro: ... con los caballos de Ciudadela ¡No puede ser! ¡Está prohibido a causa de la pandemia del coronavirus! ¡Mis abuelitos van a ir a la cárcel! Que vergüenzaaaaaa.

Llamé a la Torre del Paseo Marítimo pero nadie cogió el teléfono. Ni siquiera Geoooorge. Eso quiere decir que él tambièn estuvo en Ciudadela. ¿Y Yo? ¿Por qué no he ido yo?

¡Que día más malo he pasado sin parar de hacerme preguntas que no obtenían respuesta! Y la tele no decía nada de las fiestas de Ciudadela, sino de las NO fiestas.

Hace un rato, cuando empezaba a oscurecer, Geooorge, con voz pastosa, se ha dignado a contestar al teléfono. - ¿Yeeeeessss? - ¡Por fin! ¿Qué pasa? ¿Dónde habéis estado todo el santo día? ¿Por que no contestáis al móvil? ¿Seguís la juerga de anoche?... - Stop, boba of Coria: Mi doler cabesa to much. - ¡Ajo y agua, jodío! Dile a la abuela que se ponga. 

- Holaaaa, nena. Soy tu bisabuelastra. Los demás aún duermen la mona. - ¿Estuviste en Ciudadela anoche, en la fiesta de los caballos? - ¡Que va! Está prohibidísimo. - Pero la abuela ha dicho que... - ¿Que hubo caballos? ¡Ya lo creo! En El Funeral los hombres hacía de caballos, enjaezados y todo. Guapísimos"  Las señoras los montaban y ellos saltaban, corrían, todos bebían chinchón. Al final hubo premios: cucharitas de madera para los caballos con un lacito azul y para las damas las mismas cucharitas pero con lacito rosa. - Vaya... (una duda nubló mi mente) ¿Tú también montabas? - Naturalmente. (me lo temía. Y repetí, una vez más, con voz pesarosa) - ¿Y yo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario