viernes, 20 de agosto de 2021

Candidatos.

No he guardo en saco roto la proposición que me hizo el árbol de la calle por si necesito tirar de ese pretendiente a falta de otros. Aunque no creo que tarde en tener algo serio después de lo ocurrido esta mañana en la playa.

He entrado en el agua, saltando y dando grititos porque estaba fresquita y con Pascualita en el termo de los chinos, teniendo buen cuidado que no se escapara pero sí se mojara y refrescara, he inicidado una tanda de quinientas brazadas sin fijarme en lo que había en derredor. 

Concentrada en no descontarme, se fue abriendo paso en mi cabeza un rumor de voces masculinas. ¿Eran reales o fruto de mi desesperación al ver que tenía muchas posibilidades de quedarme sin la torre del Paseo Marítimo de los abuelitos? 

Detuve mi marcha, me quité las gafas y vi, en la orilla, a unos hombres gritando y haciendo aspavientos ... ¿a mi? Pensé que eran unos negacionistas que seguían la juerga de la noche. Y proseguí mi marcha.

De vuelta al punto de partida y en el mismo sitio de antes, se reprodujeron los gritos. - Huuuy, estos me están buscando y me van a encontrar (me dije) ¡Iros a dormir la mona, jodíos! (dije mentalmente porque la conversación bajo el agua no la domino en absoluto y...)

¡Me acababan de atacar! ¡¿Quién?! - Ahora los gritos de los tios eran más fuertes y se unían a los míos. Miré hacia adelante y una turba de ocho hombres venía a por mi. No me amilané. Abrí el termo de los chinos, cogí a Pascualita, que estaba enfadada porque me había parado y se la tiré al tipo que tenía más cerca y recibió una buena sarta de mordiscos. De un tirón me quedé con Pascualita en la mano. - ¡¡Está loca?! Primero nos espanta la pesca y ahora nos agrede! (me dijeron) - ¿Qué pesca? ¡La pescada soy yo - Y les mostré un anzuelo clavado en un muslo que dolía horrores.

Aquella gente eran pesacadores de caña en la orilla de la playa ¡Y yo que sabía! Menudo barullo se montó. Hasta Bedulio se presentó: - ¡Oh, no, (dijo al verme y más cosas que no escuché porque acaba de caerme de un guindo) - ¡¡¡Me han pescado futuros candidatos a padres del bisnieto de la abuela!!! Oooooh, que románticoooooo. - A todo esto, Pascualita se metió dos dedos en la boca y ¡vomitó! - Que poca sensibilidad tiene éste bicho.

 

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