jueves, 13 de enero de 2022

Dieguito.

En cuanto me di cuenta de lo que pasaba llamé a la abuela para contárselo. Y aunque Geoooorge intentó ponerme zancadillas, al nombre la palabra BISNIETO, escuché: - "¿Qué pasa, boba de Coria?" - La abuela, cuando quiere, tiene un oído finísimo.

- Pues que ya tengo el nombre. - "¿No ibas a decirme que esperas a mi bisnieto?" - Por lo pronto sé que se llamará Dieguito porque estoy todo el día con ese nombre en la boca: que si Dieguito por aquí, Dieguito por allá. Y sin venir a cuento también he dicho Dieguito.

Al otro lado del teléfono se escuchó un silencio perplejo y sepulcral. - ¿Abuela...?

Un suspiro profundo recorrió toda la línea telefónica para entrar de rondón en mi oído y, a continuación vino el berrido, o eso me pareció a mi.

- "¡¡¡¿TU ESTAS TONTAAAAAAAA?!!!" 

- Por algo se empieza. Y si ya he decidido el nombre querrá decir que falta menos para encontrar un padre para Dieguito. - "¿Y si fuera niña?! - Se cambia la O por la A y aquí paz y después gloria.

La voz de la abuela se suavizó un poco cuando me sermoneó: - "¿Cuántas veces te he dicho que no es bueno beber chinchón a solas?" - ¿Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino, abuela ? 

Pero ella no paraba: - "Además ¿quién te ha dado permiso para elegir el nombre de MI BISNIETO? - Esto ha sido cosa de mi subconsciente, abuela... - "Así se llamaba tu bisabuelo paterno... (poco a poco la voz de la abuela fue perdiendo intensidad y firmeza para coger un tono temeroso) Nena... ¿vas en serio cuándo dices que... tu primer abuelito luce sudarios de... Alta ... Costura...?"

La neurona de turno encendió una lucecita en mi cerebro - ¡¿Crees que el abuelito me ha coaccionado para elegir el nombre?! ¡Que puñetero es! ¡Abuelito, tenemos que hablar! - "¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! Déjalo, no vaya a ser que se presente en mi casa a pedirme cuentas... Ay,ay,ay,ayyyyyyyy"

Miré al techo y nunca he visto una sonrisa más satisfecha que la de mi primer abuelito en ese momento. 

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