jueves, 6 de enero de 2022

Noche de Reyes.

 Estuve toda la noche mirando a través del visillo. Quería ver a los Reyes Magos en su salsa, repartiendo regalos y controlando a su vez que me trajeran un Hacedor de Bisnietos que estuviese bueno. No quería gangas sino, calidad.

La calle, desierta desde medianoche, siguió así hasta las siete de la mañana en que me pudo el sueño y dormí como un ceporro hasta las doce del mediodía. 

Tuve un despertar brusco. Quizás el subconsciente me avisó de que la persona que había en la salita había hecho un surco, como los de los discos, en el suelo de tanto dar vueltas y más vueltas y estaba tocando Dos Gardenias para mi, mientras esperaba mi llegada. 

Salté de la cama, me pasé un dedo mojado de saliva por los ojos en un rápido lavado de cara y entré como una tromba en la salita donde me encontré con... la Cotilla que estaba montando un altar para los Amigos de lo Ajeno. - Es para que los juicios le salgan favorables a mi gurú... (y se ruborizó al recordarlo. Lo que dmuestra que el amor no entiende de edades ni de sinvergonzonerías)

De repente la boca de la Cotilla se abrió y cientos de sapos y culebras salieron por ella dirigidos a mi: - ¡¡¡Ya está bien que robarme velas, velitas y velones, boba de Coria!!! - ¡A mi que me registren! (dije con mi voz más candorosa) - Pero la vecina no cejaba en tirarme a la cara una culpa que no era mia. Unas risas delataron al ladrón y a quien le reía las gracias: Pompilio el duende inglés y mi primer abuelito que se lo pasaba en grande. 

Muy seria le grité: ¿Has escondido a mi  Hacedor de Bisnietos, abuelito? - ¡Libremé Dios de semejante atrocidad! jajajajajajaja aunque no se me había ocurrido ¿Te das cuenta, duende, de lo que sabe mi nieta? - Le vi tan orgulloso que no me atreví a replicarle y me hinché como un pavo, con moco y todo, encantada de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario