domingo, 27 de marzo de 2022

El robo.

Sonó el teléfono. Era la abuela. La reconocí a pesar de tener los párpados cerrados a cal y canto. Ya sé que, para escuchar, basta con tener abiertas las orejas pero, aunque lo logré, me costó muchísimo. 

- " ¡Arriba, boba de Coria, que son las ocho de la mañana!" - ¿Se ha muerto... la Momia? - "Noooo. Pero tienes que entrenarte porque mañana es lunes y no puedes llegar tarde al trabajo" 

Mandé a mi neurona a procesar toda ésta información, cosa harto dificil porque tenía más sueño que yo. Al final dijo - Hoy es domingo - y desapareció del mapa.

Mis ojos se abrieron como un resorte: - ¡Es domingo, abuela y quiero dormir! - No insistió pero sopló una corneta cuartelera al auricular del teléfono tocando una Diana floreada (será porque es Primavera) y me dejó sorda perdida. 

Llorando a moco tendido fui en busca de Pascualita y le expliqué lo que me había pasado. Yo hablaba y hablaba pero la sirena no me oía. Dormìa como un tronco. De hecho, todo el mundo dormía, hasta Pompilio el genio inglés.

Tuvo que ser mi primer abuelito quien me diera la noticia: - Esta noche han cambiado la hora, nena. A las dos eran las tres.

¡No podía creerlo y puse el grito en el cielo! - ¡ME HAN ROBADO UNA HORAAAAAA!

Mis gritos despertaron a los bellos y bellas durmientes. Y cuando los puse al corriente del robo se alzaron en pie de guerra reivindicativa. - ¡¡¡NOS MNIFESTAREMOS!!! - dijeron mientras pintarrajeaban una sábana para usarla de pancarta. - ¿Teníais que coger mi sábana? ¿acaso los demás no teneis? - La cristalera interna del balcón, muy pija ella, dijo: - Es la ilusiòn de mi vida pero... ¡snif! ... hasta ahora, no ha ... ¡snif!... no ha podido ser ¡¡¡BUAAAAAAAAAAAAAAA!!!

Pascualita, Pepe el jibarizado, Pompilio, los comensales de la Santa Cena, las bolas de polvo, las palabras que quedaban en mi boca... todos y todas fuimos a la calle a protestar y a desfilar cantando consignas como: ¡Pimientos coloraos! 

Salimos en la tele - ¡ERAMOS POCOS Y PARIÓ LA ABUELA!... -  comentó al vernos una conocida presentadora de televisión a la que, por cierto, pillaron luego con el micrófono abierto cuando dijo: - ¡Estoy hasta el moño de manifas! - cosa que fue muy comentada.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario