viernes, 5 de agosto de 2022

La Cotilla reaparece.

La Cotilla, que ya no arrastra las orejas por el suelo, ha vuelto a casa ¡abriendo con una llave que no me dio! En represalia no le he preguntado dónde ha estado metida todos éstos días. Y mira que tenía ganas de contármelo: - Se me  ha echo muy larga la ausencia... (soltó) - ¿Habla de la Esencia de vainilla? - ¿Yooooo? Ni la he mentado siquiera. Es que he estado... - Nooo, aún no estoy en Estado de buenaesperanza, Cotilla. - Y así hasta que se ha cansado y ha dicho que se iba al trapicheo nocturno.

Pero no ha tardado en volver acompañada de un borrico enjaezado que transportaba botijos. - ¿No  irá a meter el borrico en el antiguo cuarto de la abuela? - ¿No querrás que duerma en la calle? - Mejor súbalo a su piso, el del 4º ¿recuerda? - Hay guiris... Hasta que no acabe el verano lo tengo alquilado a un montón de gente. - Seguro que el borrico es el más "persona" porque sus inquilinos son para echarles de comer aparte. Uno de éstos día que usted no estaba, los vecinos quisieron lincharlos. -  Menos mal que les cobro por adelantado.

En la calle sonó un característico toque de silbato y el borrico reconoció a su amo. Salió corriendo escaleras abajo dejando un reguero de cacharros rotos tras de sí. - ¡Ya se me jodió el negocio de botijos! No hay nada mejor para estos calores que beber agua fresquita. - Le faltan los abanicos... 

De su profundo bolso sacó un montón de ellos con gitana de bata de cola incluida. - ¿No serán de la tienda del señor Li? - ¡Claro que no! ¿Por quién me tomas?... A algún transportista se le habrá caído del camión... Bueno, pues entre la cháchara y el disgusto por los botijos, me ha entrado hambre ¿Abro una lata de FABADA ASTURIANA? - ¡¡¡NOOOOOOOOOO!!!

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