domingo, 27 de noviembre de 2022

¡Juega España!

 - ¡Hoy juega España en Qatar! - grita el árbol de la calle como si anunciara: - ¡No más calvos! ¡Traigo el crecepelo milagroso!

Los comensales de la Santa Cena se preguntaban unos a otros: - ¿Qué es España? ¿A qué  juega? ¿Podemos jugar nosotros también?  A mi se me da bien el juego (apostilló el de las treinta monedas) ¿España se come? ¿Por qué lo dices? Porque no sé que ha dicho el árbol de Qatar... Si hay que catar la comida me apunto voluntario...

Los dejé con sus diatribas y encontré a Pascualita sentada en la butaca de la salita, frente al televisor, a donde había llegado reptando como un gusano gordo . ¿Te has vuelto futbolera? - Me enseñó la dentadura de tiburón y no la escondió hasta que pregunté: - ¿Quiéres algo?

Obtuve una horrible sonrisa pintada en su cara de color macilento, verdoso-liláceo, entonces no me quedó más remedio que enumerar cosas ricas: coca dulce..., rosquillas..., ensaimada..., etc. etc. La lista se alargaba y la sirena no cambiaba de gesto hasta que pronuncié la palabra ¡CHURROS! 

Entonces la medio sardina desplegó todo un muestrario de volteretas, saltos, impulsos con la cola, llevada por la alegría... Menos mal que lo hizo sobre la butaca y no puso perdido el suelo de agua de mar. ¡Y tuve que hacer churros a los que se apuntó hasta Bedulio que pasaba, en ese momento, bajo el balcón haciendo su ronda.

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