miércoles, 16 de noviembre de 2022

Menudas pájaras.


 

De repente a la abuela le ha dado por venir todos los días a casa y se pasa las horas muertas hablando con la Cotilla o estando con Pascualita cuando no hay moros en la costa.

Aprovechando el buen tiempo, la abuela y su amiga de la infancia salen al balcón y hablan por los codos poniendo a parir al prójimo.

El bobo del árbol de la calle babeaba viendo de cerca a una persona rica. Al principio  estaba tan deslumbrado por la abuela, con sus looks alocados y extremos, que no prestó atención a lo que hablaba con la Cotilla hasta que un día lo hizo y ahí empezó su principio del fin... o casi fin porque las dos amigas no dejaban títere con cabeza, incluido él.

Conversaciones como: -  "Vaya birria de árbol que tenéis" - Es el mismo que estaba cuando vivías aquí. - "Ya no me gustaba entonces pues fíjate ahora". - Un poco arrugado sí que está. - "¿Un poco? Ves al oculista a que te haga gafas nuevas" - Mejor voy a la tienda del señor Li y me saldrán gratis jajajajaja - "¿Y si cambiamos este montón de leña por un bonsay, tan monos y coquetos como son..." - ¿Y dónde metemos tanto gorrión? - "¡A la sartén! jajajajaja" - ¿Tu no eres ecologista desde que eres rica? - "Para salir en el Hola" - ¿Vendemos el árbol para hacer papel? - "Buena idea. El Hola lo necesita..."

Y el árbol de la calle necesita un psiquiatra...



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