jueves, 15 de diciembre de 2022

Embarazada.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! Nena, en la mesa de la cocina he dejado un montón de dulces de Navidad. - Ya me parecía a mi que tocaban las campanas de la Catedral, por una vez y sin que sirva de precedente, se ha rascado el bolsillo y... - Muchas películas ves tu, boba de Coria. Son del contenedor del súper; la mayoría caducaron ayer, o sea que nos llegaran, tranquilamente, hasta Reyes.

Cuando se fue la Cotilla a "limpiar" los cepillos de las iglesias en las que "trabaja", fui a probar los dulces pero se me había adelantado Pascualita. 

Debió ver los polvorones, porque se pasa el día zascandileando por ahí y en cuanto pudo se díjo ¡ancha es Castilla!. Se catapultó con su poderosa cola de sardina para caer sobre la mesa y probar todo cuanto tenía a su alcance.

Al principio mordió algunos dulces con el papel. No le gustaron y los dejó a medias, después aprendió a quitarles el envoltorio y se los zampó enteros. Ahora yace sobre la mesa, con la tripa abultada como si se hubiese tragado una pelota de ping pong, lanzando ayes lastimeros a causa del empacho.

Llamé a la abuela - Geooooorge, Pónme con la abuela. Es un asunto de vida o muerte. Se trata de Pascual. - El mayordomo inglés dudó un momento pero lo espabilé gritándole: - ¡¡¡PASCUAL!!!

La abuela se puso al teléfono: - "¡Te he oído, jodía! Andresito está con el celo y..." - ¿Has comprado un perro y le has puesto el nombre de tu marido? - "¡No! y no querrás que te cuente las intimidades de tus abuelos" - Pascualita está malita...

Mientras le explicaba lo que había pasado, al otro extremo del cable del teléfono no había nadie. El rolls royce, con el inglés al volante, aparcó en la parada del bus. El grito de la abuela a mis espaldas me catapultó hasta el techo del comedor donde me di de bruces con el fantasma de mi primer abuelito.

- "Aaaaaaayyyyyy mi chiquitina bonita ¡¡¡ESTÁ EMBARAZADAAAAAA!!! (se volvió hacia mi diciendo) A ver si aprendes, blancaflor"

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