lunes, 26 de diciembre de 2022

Sin sorteo.

¡De lo que me acabo de acordar a hora! A buenas horas, mangas verdes (diría la abuela) ¡de pedir el AGUINALDO en Nochebuena! Y mira que hay un villancico específico para eso, pues no me he acordado. Tal vez sea una premonición: ¡me tocará el Gordo del sorteo de El Niño!

La abuela se presentó, como por arte de magia, en casa y dijo: - "El sorteo de EL NIÑO se celebrará en El Funeral. Allí pondrán los bombos con las bolitas y los niños y niñas de San Ildefonso seremos nosotros, los socios del club de la Tercera Edad ¡Lo que nos vamos a reir cuando nos veamos vestidos como los niños que cantan los números.

- ¡Abuela, es una excelente noticia! Yo también quiero salir. Seré como una ráfaga de aire fresco entre tantos mayores. - "No estás invitada" - ¡Quiero ir! - "Por mi como si quieres morder una farola. He dicho que no y es que NO, ráfaga de aire contaminado de las narices.(que mal le sentó que dijera esa frase)

Sentí la rebeldía correr por mis  venas y saliendo al balcón, grité a los cuatro vientos como Escarlata Ohara en Lo que el viento se llevó: - ¡A Dios pongo por testigo que iré a ver el sorteo y saldré por la tele! - solo que, a falta de un nabo llevaba una bolsa de pipas en la mano.

Más tarde me llamó la abuela: - "¿Le has contado a la Cotilla lo del sorteo DEL NIÑO?" - Si, y quiero ir a verlo, abuelaaaaaaaa... ¡buaaaaaaaaaaaaaaaa!

- "Ni irás tú ni yo, ni nadie, bocazas. El señor Li es el encargado de poner las bolas en los bombos ¡Y han desparecido!" - ¿Los bombos? - "¡Las bolas! Maldita Cotilla" - ¿Cómo sabe el señor Li que ha sido ella? - "Por sus tobillos de gorrión. Por lo visto se las ha vendido a los suecos" - ¿Para qué? - "Para llenar colchones y mejorar los dolores de espalda" - ¡La madre que la parió! - "Pues sí..."

 

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