lunes, 5 de diciembre de 2022

Está como un tren.

 Estoy muy enfadada con Pasculita. Le ha entrado la vena de ser famosa en el barrio y no deja de exponerse a que la descubran, la trinquen y acabe en un laboratorio metida en una botella con formol. 

Esto lo sabe porque se lo he dicho mil veces pero ella quiere ser la novia en la boda y el muerto en el entierro ¡Jolines ya con la medio sardina!

Me pone en evidencia asaltando a pobres vecinos que reciben mordiscos e hinchazones sin venir a cuento. .. Llaman a la puerta.... Es Bedulio, uniformado y con un papel en la mano que me entrega: Es el permiso de un juez para registrar MI CASA. - ¿Por qué? - Tienes algo que muerde. - ¿Yoooo? ¿Por qué? - Cuando ocurre un ataque siempre estás metida en medio. - ¡Pero si apenas salgo a la calle!

Por toda respuesta me apartó y él y su compañero entraron, pasillo adelante, hasta el comedor - ¡Pasad y mirar lo que gustéis! Solo os pido que si veis bolas de polvo no las rompáis. Viven aquí y son buenas vecinas. - ¡No empieces, nena o te llevo al cuartelillo!

Media hora después salían de casa con el deber cumplido. Les agradecí que encontraran calcetines antiquísimos debajo de los muebles... Por cierto, no fue hasta que llegaron al portal del edificio cuando se dieron cuenta de que les faltaba un calcetín: - ¡Tenemos que encontrarlos! No podemos decir al jefe que nos han robado los calcetines sin sacarnos los zapatos. ¡Nos llamará gilipichis (lloraba el compañero al atribulado Bedulio)

Yo, para levantarles el ánimo, grité: - ¿A qué nuestro Municipal está como un tren, abuelito? - Menos mal que Bedulio no pudo escuchar su respuesta guasona porque había salido de estampida. Pero yo sí: dijo - ¿DE LARGO O DE SUCIO? - ¡Abuelitoooooooo!

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