sábado, 4 de noviembre de 2023

A rio revuelto...

Las bolas de polvo de casa tienen el Baila de San Vito porque no paran quietas. Les he preguntado a qué venía esto pero no parecen tenerlo muy claro. Al final acudí para informarme a los comensales de la Santa Cena. Se pasan el día mirando lo que ocurre a su alrededor desde el marco de su cuadro y están al cabo de la calle de lo que ocurre en casa. A éste paso le harán sombra a la Cotilla.

Pues resulta que la mayoría de las bolas de polvo más jóvenes quieren irse de casa a correr mil aventuras por el ancho mundo. Lo que choca con lo que quieren los mayores, claro. Y de éste choque generacional nace el batiburrillo que han montado.

Y todo vino acuento cuando, a causa del vendaval de la última tormenta, varias bolas salieron volando cuando la Cristalera se abrió un poquito para que yo pudiera hablar unos segundos con el árbol de la calle al que, por cierto, sigue sin llegarle la camisa al cuerpo ante las previsiones meteorológicas.

Dice el sabio refrán: a rio revuelto, ganancia de pescadores. En éste caso la "pescadora" es Pascualita que, sentada en el borde de la pila de lavar del comedor y sin hacer aspavientos, va tragando cuanta bola cae en su juridisción sin que nadie se de cuenta. Además tiene quien la anima a ello: ¡la escoba! que está encantada - No sabes el trabajo que me ahorras, medio sardina ¡Come, come, bonita!

 

 

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