martes, 21 de noviembre de 2023

En ná y menos.

El Tiempo se ha propuesto pillarme. El otro día va y me dice: - Nena, en ná y menos nos plantamos en Navidad.

Di un respingo: - ¡¿Ya?! Oh, noooo. Tengo que ir a la papelería a por los chrismas. a ver si, por una vez, los mando antes de que termine Enero. 

Ya me he puesto nerviosa: - ¿Qué tengo que comprar? ¿Qué haré de comer? ¿Cuántos seremos a la mesa? ¿Me darán el aguinaldo los abuelitos? ¿Tendré que dárselo yo a ellos? ¿Nevará o no nevará? ¡Tengo que comprar ya los langostinos antes de que Rodolfo se largue a la Argentina a pasar calor!

Decididamente, mi neurona no está para tantas preguntas. Se ha acurrucado en su rincón a ver los anuncios de la tele y elegir su regalo de Navidad. Esta se cree que me ha tocado la Primitiva.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! ¿Qué hacen la escoba y la fregona en el portal de casa? - Están castigadas por revolucionarias. - ¡Madre mía, como está la juventud de hoy en día! - ¿Lo dice por ellas, Cotilla? - Sí, hija, sí. Anda que... Por cierto, la vecina del ático tenía intención de llevárselas. - Allá ella. A la mínima le sacaran una pancarta poniéndola a parir.

La Cotilla entró en la salita y desde allí gritó: - ¡La botella de chinchón está vacía! - ¡Yo no he echo nada! - ¡No me has dejado ni una gota, jodía! - ¿Una gota?... puede que quede alguna... ¡hip!...

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