sábado, 18 de noviembre de 2023

La Cotilla y sus trapicheos.

La Cotilla, al entrar en casa, debió decir ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! como tiene por costumbre pero yo estaba en plena conversación con el árbol de la calle y no me enteré. Por eso, cuando me vio hablar "sola" en el balcón se preocupó por mi. - ¿Tienes un novio invisible, boba de Coria? jajajajajajaja ¡Ya falta menos para que te pongan la camisa de fuerza!

A punto estuve de coger a Pascualita, como arma de destrucción masiva, y tirársela a la vecina con muy mala idea. Pero me retuve porque, si hay algo que no le gusta nada de nada a la medio sardina, es que la despierten de sopetón cuando está durmiendo tan ricamente, como en ese momento.

Así que di un giro a lo expuesto por la Cotilla y lancé al aire un inocente pregunta: - ¿Usted sabe algo de la mafia que se lleva a los perros perdidos del facebook?" - ¡¿YOOOOOO?! No sabía que existiera esa raza... ¿Cómo son? - ¿Cómo van a ser? como todos: tienen cuatro patas, un rabo, hocico, collar, pulgas... ¡yo qué sé! - Pues sí que estás informada... Además, no conozco más mafia que la de los chinos del señor Li...¿A qué viene ésta conversación? - Porque raro es el día en que no salga la foto de un perro perdido y como a usted le gusta tanto el trapicheo...

Ahí se terminó la conversación porque era la hora de tomar el chinchón on the rocks,

Al anochecer y antes de irse a sus negocios, la Cotilla preguntó como el que no quiere la cosa: - ¿Así que se pierden muchos perros? - Y gatos. - ¿También?... vaya, vaya... - 

Antes de cerrar la puerta de casa la oí decir. - Aquí puede haber... negocio... - ¡Recuerde a la mafia china, Cotilla! - ¡Calla, agorera!

 


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