lunes, 29 de enero de 2024

De cháchara con Pascualita.

Sentada cerca de la pila de lavar del comedor he tenido un ratito de cháchara con la sirena. Ha sido un dejarme ir mientras esperaba que llegara la hora de comer. Y así me encontró la Cotilla, rodeada de la espectación de los personajes de casa que nunca habían oído nada igual: - ... Teniendo en cuenta que en la cuenta no tengo nada, ni siquiera tengo cuenta a la que pedirle cuentas por lo bien, o mal, que lo esté haciendo...

Pascualita emergió del fondo de la pila y se sentó en el borde a escucharme porque, en ese momento, no tenía nada mejor que hacer - ... ¿para qué quiero una cuenta que no voy a llenar? Tendría dolor de cabeza pensando en cómo hacerlo. El dolor de cabeza sabe mucho y se hace solo y bien aprovechado, quizá porque le gusta la aspirina que, teniendo en cuenta - ¡no tengo cuenta! - que cabeza no hay más que una ¿a qué viene quejarse? Eso puede hacerlo el pulpo que tiene ocho patas. Y la araña. 

Pascualita bostezó y me hizo gracia. - ¿Estás aburrida? ¿Aburrida viene de burro? ¿Puede aburrirse un burro? ¡Claro que sí! Si puede hacerlo una medio sardina. Son cosas que deben tenerse en cuenta... ¿Otra vez?

¿Qué guardaría yo en la cuenta? ... ¿Las cuentas de un rosario? ¿Las cuentas del Gran Capitán? ¿Las cuentas de Nicomedes?... - Todos se miraron. Incluso mi primer abuelito asomó la cabeza por un resquicio del Más Allá y lanzó al aire la pregunta adelantándose a todos los que pensaban hacerla: - ¿Nicomedes? ...

- ¡Avemariapurìsimaaaaaaaaaa! - ¿Quién es Nicomedes, boba de Coria? (la Cotilla acababa de entrar) - Teniendo en cuenta ¡otra vez! que nadie lo conoce... ¡vaya usted a saber!

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