miércoles, 3 de enero de 2024

¿La gente entiende lo que lee?

Estamos desbordados. Nunca pensé que fuéramos a tener tanta repercusión cuando pusimos el anuncio de la desaparición del rolls royce de los abuelitos. Desde entonces el teléfono no para de sonar, igual que el interfono y el timbre de la puerta de casa.

Los vecinos me han amenazado con denunciarme a los Municipales si no paro esta locura porque la entrada, la escalera, los descansillos y hasta el terrado están llenos de perros encontrados (dicen)que ladran y marcan territorio los muy jodíos.  Incluso diría que algunos no se han perdido jamás pero la recompensa es muy golosa...

Por teléfono preguntan si ya ha sido encontrado el coche, Cuando digo que no, cuelgan y siguen su frenética búsqueda. 

Uno me pidió que subiéramos la cantidad de la recompensa porque, entre lo que tiene en el banco y el dinero que ofrecen los abuelitos, podría comprarse un pisito en la Plaza de España. Respondí, categórica: - Esto es lo que hay, buen hombre. Además, yo, en ésto, ni pincho ni corto. - Con esa mala disposición para llegar a acuerdos no encontraréis ni un tornillo, boba de Coria. - ¡¿Pero que confianzas son éstas, cretino?!

Pascualita canta su pena sentada en el borde de la pila de lavar del comedor y los comensales de la Santa Cena se han taponado las orejas. El árbol de la calle llora y se lamenta: - Con mi inteligencia ... ¡snif!... y unas buenas piernas ya sería... ¡snif!... millonario.

He puesto un letrero en la puerta del edificio, para aclarar las cosas, que dice: - ¡¡¡PERROS, NO. COCHE, SI!!! - Pues me han puesto a caer de un burro: - Que si odio a los perros. Que si más perritos de cuatro patas y menos perritos calientes... Que te toreen a ti... El perro tiene corazón. Un coche NO...  Etc. etc. etc.


 

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