lunes, 1 de enero de 2024

Las campanadas.

Menuda la que se lió anoche en casa cuando en la tele empezaron a dar las campanadas de la media noche despidiendo al viejo 2023. Primero fue por el ¿vestido? de la Pedroche: - ¿Esto que es? - El jamón de York que le sobró al marido, de los canapés. - ¡Pues a mi me gusta! - ¿El qué, boba de Coria? ¿El jamón? ¿El marido? ¿El vestido?... - No lo tengo muy claro pero si se quiere dar la nota... - Sí, hija, sí.

Uno de los locutores dijo algo como: ¡No hagáis trampas! Se comen en las campanadas no en los cuartos jajajajajaja - En ese momento, las uvas, tan modosas ellas, se enteraron de que no estaban allí de adorno y se armó la Marimorena. 

Despavoridas, corrieron sobre el mantel "Total-Navidad" de la tienda de los chinos del señor Li, buscando una salida para escapar de nuestras fauces: ¡¡¡SOCORROOOOOOOO. QUIEREN COMERNOS!!!

De la cocina llegó el OOOOOOOOOOOOOO de Pepe el jibarizado solidarizándose con ellas, como no podía ser de otra manera.

La Cristalera se abrió de golpe: - ¡Por aquí! (gritó) - La Cotilla, viendo que se le escapaban las uvas de la suerte, se plantó en el balcón dispuesta a recuperar las suyas Y echándome la culpa de no haber cerrado bien puertas y ventanas. - ¡Dijeron que haría viento, jodía!

Las bolas de polvo, Pompilio, los comensales de la Santa Cena.. todos dieron escondrijo a los gajos de uva y, de repente, lo que faltaba para el duro ¡Estallaron los cohetes! 

De la calle, a duras penas, nos llegó el sonido del claxón del rolls royce de los abuelitos. Nadie se acordó de que no soporta los cohetes. Geoooorge voló escaleras abajo para calmarlo pero solo llegó a tiempo de ver como el cochazo se perdía tras la esquina, a toda pastilla - ¡Oh, nooo!

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