miércoles, 3 de julio de 2024

¿Por fin sola...?

Disfrutando, con una buena siesta, del Tour de Francia, dormía a pierna suelta cuando mi neurona me advirtió que ya les faltaba poco a los ciclistas para llegar a la meta. - Abrí un ojo a pesar de que no se dejaba: - ¡Abre el otro, coñe, que siempre me toca a mi! - Que cansado es tener cosas por duplicado, siempre hay discusiones.

De pronto escuché: - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - Hombreeee, Cotillaaaaa, a usted quería ver. ¿No tiene bastante dinero que, encima, tiene que robar? - ¡Uep! ¡Que boca más sucia tienes! - Es la palabra que usó el señor Li cuando vino a por la escoba y la fregona. - ¿No se las habrás dado? ... ¿No? ¡Menos mal! Reconozco que estaban en la acera de su tienda... pero no cerca ¿eh?. Estaban abandonadas y me pidieron asilo ¿qué podía hacer yo ante ésta situación? ¡Llevármelas!

- Siempre está encontrando cosas ¡Que suerte tiene!. - Porque no hago como tú que andas por la calle más despistada que un pulpo en un solar. Yo me fijo en todo. 

Cuando iba a llamarla para comer la fabada de bote, entró en el comedor, cariacontecida: - He perdido el apetito... ¡snif!... La Administración me tiene en el punto de mira... ¡snif!... siendo, como soy, una pobre pensionista que no llega a fin de mes... ¡buaaaaa!...

- ¿Le quitan la Pensión? - ¡Eso, tú dale ideas! ... ¡snif!... Cerrarán los pisos de vacaciones, ilegales - ¡Que bien, Cotilla. ¡Por fin vivirá en su piso del 4º! ¡¡¡ALELUYAAA!!! 

Hasta Pascualita aplaudió.

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