viernes, 26 de julio de 2024

¡Que manera de llover!

Si hay una cosa que me gusta son los Juegos Olímpicos y la ceremonia de apertura no me la suelo perder. A las 7 de la tarde estaba sentada frente al televisor, en la salita y junto a mi todos los personajes de casa... o casi todos.

- ¡¡¡Queremos ver los Juegos!!! ¡¡¡BUAAAAAAAAAA!!! - ¡Callar, leñe, que lo que no puede ser, no puede ser y además, es imposible. Pesadas! - ¡¡¡Quitanos los tornillos, boba de Coria!!! - Solo faltaría eso. Con la falta que os hacen jejejejeje - ¡¡¡Queremos ver...!!! - ¡¡¡A CALLAR, COÑE!!!

La Cristalera dando la nota es única, porque, encima, son dos latosas que no se aguantan pero, a la hora de conseguir algo, se juntan y actúan como si fueran una sola. Ahora quieren estar con todos nosotros en la salita pero van listas si creen que las voy a desmontar.

Lo de las barcas ha sido largo y para entretenernos apostaba con los personajes a ver que lancha pequeña se iba a pique primero. O a qué barcaza se le hundiría primero el suelo cuando los atletas, felices, saltaban de alegría.

De repente supe que tenía que hacer algo importante pero no sabía qué.

El árbol de la calle entró varias ramas por la ventana y así se enteraba y también los gorriones, de como iba transcurriendo la tarde. 

Pepe el jibarizado movió su ojo-catalejo hasta ver la pantalla de la tele. Durante el lento recorrido hasta dar con ella, me vio que estaba en babia: - OOOOOOOOOO ¡cierra la boca que te entrará una mosca! - Intento recordar qué es lo que tengo que hacer y no sé...

Ha ido pasando la tarde y el espectáculo y hemos aplaudido varias veces: ¡ ¡Mirad. Es Nadal! 

Al terminar la ceremonia fui a la cocina a por un vaso de agua. y fue ver el chorro y recordar: - ¡TENGO QUE DUCHARME!

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