lunes, 1 de julio de 2024

Las CO-FRE.

En casa se respira tensión. Yo trato de simplificar las cosas, no darles importancia pero que si quieres arroz, Catalina. Ellas son hacendosas, tiquismiquis, en fin, que tienen sus cositas y son, sobre todo, perfeccionistas.

Quieren tener la casa como una patena... ¿para qué? si cuanto más barren, más bolas de polvo corren por debajo de los muebles. Pero son puntillosas y han decidido acabar con dicha especie por siempre jamás. Y ahí están barriendo y fregando sin parar. Estoy por escribir al Gobierno para que les otorguen la Medalla del Trabajo.

De madrugada las escuche hablar: - Cuanto más arena quitamos, más hay. He llegado a pensar que ésta casa está embrujada. - Yo también lo he pensado y no vamos mal encaminadas ¿En que casa has visto tú que se muevan a su antojo los personajes de los cuadros? - ¿O las cristaleras? - ¡Hay que ver la de cosquillas que tienen ¡y que risas! - Tampoco es normal lo del primer abuelito ¿A qué no? - ¡Noooo! Que gloria da verlo tan elegante con sus hermosos sudarios carísimos. - ¿Y qué me dices de esa birria de medio pez que guardan en la pila del comedor? - ¡Quita, quita! ni me la nombres a la jodía Pascualita. Me da escalofríos esa antigualla.

Me estaba entrando el sueño y no me habían nombrado. Pepe el jibarizado dijo: - OOOOOOO.

- ¿Y la pazguata de la nena? - A esa hay que echarle de comer aparte. Mira que no servir ni para hacer un bisnieto a su abuela. Si es que no le llega ni a la suela de los zapatos jajajajajaja

Me enfadé y rumié una venganza. Visualicé el desierto egipcio y formulé mi pedido: - Querido Viento: manda más arena. Las CO-FRE te lo agradecerán. Graciassssss.

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