martes, 28 de mayo de 2019

Bendita siesta.

La abuela casi se ha instalado en mi casa para dormir las siestas como Dios manda: a pierna suelta, con la baba cayendo por la comisura de la boca hasta la tripa, ronquidos acompasados y, en la tele, el Giro de Italia. ¡¿Hay quién de más?!

- No entiendo porque no te quedas en la Torre del Paseo Marítimo. Las butacas son más cómodas, tienes aire acondicionado, la brisa del mar que entra por las ventanas y mecen las suaves cortinas blancas cual gaviotas en vuelo de placer... - "Todo esto está muy bien pero, en aquellas calles estrechas, lo que se habla en las casas se escucha en todas las demás. ¿No querrás que sepan si ronco o no? No me puedo permitir hacer éstas cosas porque la reputación de la familia está en juego"

- ¿Esto quiere decir que tendré que aguantarte toooooodo el verano? Por que después del Giro viene la vuelta a España y después, el Tour de Francia. - "¡Anda! no me había dado cuenta ¿Acaso te molesto? ¿O es que mi presencia aquí interferirá en tu vida amorosa?" - No es eso, abuela... Se trata de la intimidad de las personas... - "O sea, que no quieres que vea lo triste que es tu vida sin un novio que llevarte a la boca" - No sé si esa es la mejor definición de lo que he dicho pero...

Mientras hablábamos, Pascualita reptaba en el sofá de la salita sin decidirse por la abuela o por mi. Estaba contenta de ir de ir a su aire. Mordiendo todo lo que se le ponía por delante. Acabé tirándole una zapatilla. - ¡Vale ya, media sardina! ¿quiéres cargártelo todo?

Bedulio vino a casa. Traía un informe sobre lo que descubrieron en el termo de los chinos. La abuela, finalmente, dejó que se lo llevaran. Los científicos están echos un lío. _ ¿Qué hace el mar aquí? - ¿Dónde? - Aquí dentro. Están seguros de que éste cacharro ha pasado mucho tiempo en el agua.  Y también hay restos variados de Galletas. - "¡Galletas! ¡Dios mío, Triqui ha estado aquí!" - No diga tonterías. ¡Es un peluche! - "¿Acaso no has visto como habla y se mueve en televisión? Es un personaje bien vivo." - Deje de decir tontás o la llevo al cuartelillo. - "¡Si está bueno el carcelero, ya estamos tardando!" - Así no se puede trabajar (murmuró el Municipal y se largó, cabizbajo y pesaroso)


No hay comentarios:

Publicar un comentario