miércoles, 29 de mayo de 2019

¿Mateo?. ¡JA!



¿Es necesario que la abuela eche de casa, con cajas destempladas, a Andresito porque no para de quejarse del resultado de las elecciones y lo mande a la mía? Pues ésto, tan sencillo de entender como es, a la abuela no le entra en la cabeza. Le he dicho que no fui yo quién dijo aquello de "para bien y para mal" cuando se casaron ¡Fue ella! - "Tu eres la nietastra. Y ya sabes que la interrelación entre nietos y abuelos es muy fuerte y puedes hacer de él lo que quieras que se le caerá la baba"

- Estoy muy tranquila, con Pascualita y Pepe. Me basta con aguantar a la Cotilla que, solo por eso, me merezco el cielo... - "Menos lobos, Caperucita y ábrele la puerta que estará al llegar" - ¡¡¡QUE NOOO!!! - "Quiéres que hablemos del futuro de la Torrre del Paseo Marítimo" (su voz sonaba como el siseo de la lengua de las serpientes) - ¿Tú no lo acompañas? - "¡Dios me libre! Este hombre es más pesado que una vaca en brazos" - ¿Y qué harás? -  "Escuchar a Mateo" - ¿Mateo? - "El anterior alcalde"

Antes de abrir la puerta ya escuché los sollozos del abuelito ¡Menudo disgusto tiene el pobre! - ¿Pero qué te pasa? - "Hemos perdido... ¡snif!... ¡Me parece imposible... snif, snif...! - Es el efecto báscula: unas veces está arriba y otras abajo. Además, siempre os quedará Mateo.

Los llantos se reavivaron. Y no sabía calmarlo. Así que me tomé una aspirina y le di un cuarto a Pascualita que, se la tomó sin rechistar y bajó a esconderse en el barco hundido.

Mientras Andresito se desahogaba entre lágrimas y moqueos, yo recogí la cocina, arreglé el comedor, limpié el baño, le di miguitas de pan a los gorriones del árbol, preparé la cena porque después ponen las películas de la tele y nunca las veo enteras.

Cuando la llantina aflojó, pregunté - ¿Qué pasa con Mateo? - Un torrente de lágrimas mojó, de nuevo, su camisa de seda amarillo-mandarín... - Ha sido el primero en abandonar el buque... snif... - ¿Qué hacía en un barco? - Es una frase hecha, nena. - ¿Seguro que yo he hecho eso? - ¿El qué? (los ojos empezaron a girar en sus órbitas) - Una frase hecha. - ¿Y eso qué tiene que ver con Mateo? - ¿Quién habla de traidores? ¡Yo no! - ¿Perdón? - ¡Se ha largado el muy Judas! Y todo porque no le ha tocado El Sillón del Alcalde. - ¿Y qué dice la abuela? - Ha ido a la rueda de prensa de Mateo y desplegará todas sus armas de mujer para convencerlo que se quede... Me temo lo peor... Snif, snif, snif...




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