jueves, 16 de mayo de 2019

Por preguntar que no quede.

La abuela me ha explicado muchas veces que, toda ciudad o pueblo que se precie, debe tener un personaje popular. Y mira que en Palma los ha habido y el Pueblo Soberano sigue contando sus historias que, andando el tiempo, acaban convertidas en Mitos y Leyendas.

Yo sentía envidia de éstas cosas porque, que yo sepa, durante mi corta vida no he conocido nada parecido pero, ¡por fin tenemos un personaje que será recordado, por los siglos de los siglos, y es de mi tiempo ¡El Pirómano H.P.!

La abuela y la Cotilla están entusiasmadas con él: - "¡Es una leyenda viva!" - Una especie de fantasma romántico. - ¿Romántico? ¡La madre que lo parió! Si está dejando a la ciudad sin contenedores de basura ¿De dónde sacará las magdalenas y los croasanes caducados cuando queme los de súper, Cotilla? - ¡Ay, calla! No lo quiera Dios.

Desayunando esta mañana con Pascualita, le he contado que ésta noche, el Pirómano H.P., ha quemado los contenedores cercanos a casa: - ¡Y dos coches! Se han fundido como las velas que pone la Cotilla en el altar de los Amigos de lo Ajeno cuando le da la vena de pedir por alguno de esos sinvergüenzas ¡Pues así han quedado los coches!

Una vez recogidos los restos del cola cao de la sirena, la he metido en el termo de los chinos y hemos ido a ver el lugar "del crimen" . Asombrada he quedado ante el destrozo. Y, como no había nadie cerca, le he hecho un comentario: - El Pirómano H.P. debe ser, o un ecologista fanático anti plástico y por eso quema los contenedores, porque son de ese material. O un fabricante de contenedores a quién el Ayuntamiento rechazó el presupuesto y se quedó sin el encargo cuando decidieron comprar un montón para la ciudad.

- O es un don nadie al que el fuego, la nocturnidad, el peligro de ser descubierto y el placer de sentirse más chulo que un ocho, le produce orgasmos en cadena.

- ¿Y por qué no lo coge la policía, Pascualita? No tengo ni idea: ¿acaso es escurridizo como una rata de alcantarilla? ¿Es una rata de alcantarilla con maña para encender mecheros? ¿Es el hombre invisible? ¿Será el Diablo Cojuelo?

En esas estaba cuando apareció Bedulio. - ¡Hombreeeeee, llegas que ni pintado! ¿qué esperáis para coger al Pirómano H.P.? ¿A tener pintadita la celda? ¿A que se le acaben las cerillas? ¿A qué... ¿ - Si dices una palabra más, te encierro. - Huuuuy, que suspicaz estás. - ¡Seguro que es cosa de tu primer abuelito! - Pero si lleva criando malvas la tira de años. - ¡Estoy seguro que es él! ¿Y cómo se apresa a un fantasma, eh? ... - Levanté los hombros, puse cara de pasmada y dije: - ¡N.P.I., Bedulio!

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