jueves, 19 de marzo de 2020

5º día de reclusión. La Cotilla monta un altar en la salita.

No voy a tener más remedio que salir a la calle a comprar porque se me está acabando el chinchón. Me da la impresión de que la botella se ha vaciado más rápido que de costumbre... - Pascualita, échame el aliento. - ¡Lo ha entendido la muy jodía y ahora tengo una arcada tras otra ¡Aaaaaag, que asco de aliento tiene éste bicho! - ¡Estás podrida, tía! ¡Hueles a pescado que atufas!

- ¿Quién está podrida, boba de Coria? No lo dirás por mi. Mira... - ¡Y me hechó una bocanada de aire viejuno que me acabó de arreglar. - ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAG, NO SOBREVIVIRÉ A ÉSTE DÍAAAAAAA!!!

Nunca me acuerdo que la Cotilla lleva el encierro obligatorio en mi casa y me pongo a hablar con la sirena como si estuviéramos solas. Tengo que hacer algo para que no se me olvide... Pero ¿qué?

Me pasé todo el día intentando pensar en una fórmula que hiciese efecto... Lo de atarme un hilo en un dedo puede que resulte... si luego recuerdo por qué lo llevo? Todas las demás opciones... dos o tres a lo sumo porque esto de pensar no está hecho para mi.

Finalmente di con la mejor opción: poner posits diciendo: No estoy sola. Otro que diga: cuidado con lo que hablo. Y cosas así. Me pareció bien y me puse manos a la obra. Media hora después la casa estaba llena de papelitos amarillos con frases recordatorias.

La Cotilla está montando un altar nuevo en la salita y no quiere decirme para quién es. Se ha pasado unas horas allí dentro, por eso, cuando ha salido, se ha sorprendido: - ¿No me digas que has hecho todo ésto para festejar las Fallas? ¿Estos papelitos es como si fuesen ninots? - Pues... - Buena idea ¿Tienes petardos? - Pues... no. - Unas fallas sin petardos ni son Fallas ni son ná. -  ¿No querrá tirar petardos en MI CASA? (me empezaba a cabrear) - En el balcón.

- Como ninot podemos quemar, y hacer una buena torrada de sobrasadas y botifarrones, el tinglado que ha montado en la salita. - ¡Hasta aquí podríamos llegar! Está dedicado al Emérito, para que la gente se olvide de sus "pecadillos" - Haciéndole usted el altar, lo tiene crudo porque, que yo sepa, todos a los que les encendió velas, están en la cárcel. - Sí, pero mi conciencia quedó tranquila. Hice lo que pude... Por cierto, ya no queda chinchón.

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