viernes, 6 de marzo de 2020

La Cotilla y sus negocios.

Han llegado vecinos nuevos a la finca. Me han dicho que son extranjeros y, según la Cotilla, bastante guapetes. Todavía no los he visto y me muero de curiosidad.

Mientras desayunábamos ha empezado a sonar una música estridente, a todo volúmen y solo eran las ocho de la mañana. Del susto Pascualita se ha caído dentro del tazón de cola cao y yo por poco me caigo de la silla. Pensé luego que el primer abuelito nos estaba gastando una broma sin ninguna gracia, pero qué se puede esperar de un fantasma. Y le llamé: - ¡Ya vale, abuelito, que los vecinos me echarán del edificio!

Se apareció, tapándose las orejas con las manos. - ¿No has sido tú?...  - Corrí a la salita. La tele estaba apagada. Cuado me convencí que la escandalera no era de mi casa, me asomé al rellano de la escalera y fue como estar en un concierto Punk con los decibelios pasados de rosca.

Alguien me tocó el hombro y giré en redondo. Era Bedulio que había subido en ascensor y me decía, por señas, que bajara el volúmen de la radio. - ¡¡¡No soy yo!!! - Entonces me gritó al oído: - ¡¡¡Los vecinos dicen que eres tú!!!

Me enfurecí, le di una patada en la espinilla y entré en casa cerrando la puerta tras de mi, mientras el Municipal gritaba de dolor aunque nadie podía escucharle.

Cuando vino la Cotilla para ver qué había de comer, la música seguí a tope. A gritos le dije el menú: - ¡¡¡Una tortilla de aspirinas y un vaso de agua!!! - Dijo que para eso se iba a comer al Comedor Social del barrio. Antes de que que saliera le pregunté en qué piso vivían los nuevos vecinos. - ¡¡¡En el cuarto!!! - ¡¡¡Subiré a llamarles la tención porque, seguro que son ellos quienes... Un momento, Cotilla. El cuarto es su piso!!! - ¡¡¡Sí, lo he convertido en PISO VACACIONAL!!! - ¡¡¡LA MADRE QUE LA PARIO!!!

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