jueves, 5 de marzo de 2020

¡Sesenta y cinco millones de euros!

Andresito ha venido acompañado de Geooorge. Traía muy mala cara. Estaba desencajado y tenía mal color, muy parecido al de la piel de Pascualita, así que daba un poco de repelús. - Ay, nena (se lamentó cuando me acerqué a él) ¡Quita, quita! (me echó cuando intenté besarlo castamente) ¡¿Quiéres que coja el Coronavirus?!

Todo esto me soltó en una sola parrafada. - Perdona, pero si otros pueden besar manos y pies de Cristos y Vírgenes sin miedo al contagio ¿por qué no nos podemos besar nosotros? - Me miró de arriba abajo y soltó... - ¿Eres un Cristo? ¿Eres una Virgen? - Eh, eh, eh. preguntas personales no, abuelito.

El caso es que venía a pedir asilo familiar, por eso Geoooorge trajinaba una maleta que tenía pinta de pesar mucho. - ¿Te vas de viaje? - ¿Dónde voy a ir con el dichoso virus invadiendo países? ¡Me quedo aquí! - ¿En Palma? - En tu casa, alma de cántaro. - Y sin más preámbulos, ordenó a su mayordomo que deshiciera el quipaje que portaba y colocara su ropa y sus trasto: - En el cuarto de soltera de madame (dijo el tío... o sea, mi segundo abuelito)

¿Quién le había dado persmiso? Yo, desde luego, no... o no recuerdo haberlo hecho. Entonces me asaltó una idea aterradora. - Abuelito... ¿tienes el Coronavirus? - ¡No! - ¿La abuela entonces? - ¡No! - ¿La bisabuelastra?... ¿Los cubanitos culito-respingones?... - ¡¡¡NADIE TIENE ESE VIRUS EN MI CASA, COÑE!!! Somos gente de alcurnia, no curritos de a pie.

- Entonces ¿por qué estás aquí? - La prensa contraria dice que el rey Emérito le regaló a Corina, sesenta y cinco millones de euros. - ¡¡¡JOPÉ!!! ¡Yo quiero un novio tan rumboso como ese! ¿Dónde hay que firmar?

- Que interesada eres, nena. Como si en la vida todo fuera ¡dinero, dinero, dinero! Noooo. Hay otras cosas importantes...El honor, por ejemplo...  - Pero eso no se come...- No tienes remedio y yo tengo bastante con mis preocupaciones... - ¿Por ejemplo? - Que se publique la lista de los que cobramos comisiones por el Ave de los árabes... - ¡¡¡¿Cómo el Emérito?!!! - Sí... pero menos... claro.

Cinco minutos después y al grito de ¡¡¡TOMA HONOR!!!, la maleta y todo lo que contenía, salieron volando por el balcón mientras Geooorge corría escaleras abajo para intentar recuperarlo todo. Al llegar a la calle escuchó el alarido de Andresito cuando Pascualita le clavó los dientes en una oreja y yo tuve que arrancarla de allí con un fuerte tirón. Ahora, el que camina de lado es él.


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