sábado, 14 de marzo de 2020

Lo que tengo que aguantar.

El Presidente de España ha dicho que nada de ir zascandileando por ahí. ¡Todos a casita que el coronavirus de las narices es muy puñetero y tenemos que cargárnoslo entre todos, Pascualita incluída!

- ¡¿Cómo voy a encontrar novio así?! Es imposible. He llamado  a la abuela y se lo he dicho para que vea que me están poniendo difícil lo de fabricar un bisnieto para ella. - ¡Hasta el Gobierno se me pone en contra!

A través de teléfono he oído que el abuelito me defendía. - La nena tiene razón, pobrecita. Si hubiesen ganado los míos otro gallo le cantaría y... - "¡¿Los tuyos?! ¡Ya estuvieron y no he visto al bisnieto por ninguna parte. Bastante atareados estaban llenándose los bolsillos!" - Chist... baja la voz que van a oírte los vecinos y ellos, que son gente de bien, no saben que eres de la cáscara amarga... cariño. -  "¿Y qué?" (cuando la abuela se pone chula hay que temerle) - Es que yo les dije que eras... de nuestra cuerda, siendo recién casados... - ¡¡¡¿QUÉ?!!!

La cosa se ponía fea y me despedí a la francesa, colgando el teléfono sin decir ni pío.

De repente me di cuenta de que iba a pasar dos semanitas sola. Libre de abuelitos y Cotilla. ¡Que placer más grande! - Saqué a Pascualita del acuario, la junté con Pepe la cabeza jibarizada y me dispuse a contarles mi vida de Pe a Pa.

Iba por las primeras contracciones de mi madre cuando se abrió la puerta de la calle. - ¡Avemariapurísimaaaa! - ¡Cotilla! ¿Qué hace aquí? - Vengo a pasar la cuarentena ¿No querrás que la pase en la calle? - ¿Por qué no en su piso? - ¡Noooooo! Es para alquilar a turistas. - Pero ahora está vacío... - Te importará a ti mucho cómo esté. - ¡Oiga! - Soy una persona de riesgo sumarísimo, por mi edad, ante el coronavirus. Por lo tanto tienes que acogerme jejejejejejeje

Con Pascualita escondida en un bolsillo de mi bata y Pepe en el otro, fui hasta el comedor para dejar a la sirena en el acuario y al llavero en su estantería de la cocina. - ¡Maldita sea! Con la ilusión que me hacía quedarme sola.

A media noche, cuando me estaba durmiendo, escuché la puerta de la calle. Pregunté: - ¿Cotilla? ¿A dónde va? - A trapichear. boba de Coria. - ¡No puede! ¡Cogerá el virus y me lo pegará a mi! - No caerá esa breva jajajajajajajaja - ¡¡¡Llamaré a Bedulio para que la detenga!!! - Si sabe que eres tú, saldrá corriendo para el lado contrario... ¡Hasta luego, Blancaflor! - Y se fue tan pancha...





No hay comentarios:

Publicar un comentario