martes, 14 de julio de 2020

Avaricioso.

La Cotilla es la Gaceta del barrio. No sabe tener la boca cerrada. No sabe guardar un secreto a no ser que el hacerlo le beneficie a ella. Menos mal que no conoce a Pascualita o ya no la tendría conmigo.

¿Cómo se ha enterado el señor Li de que a Pepe le salió un ojo-catalejo? ¡Por la Cotilla! Y cuando he ido a comprar al mercado de Pere Garau, ha salido de su tienda de los chinos dándo gritos como un descosido. - ¡¡¡Boba de Colia, boba de Coliaaaaaaaaaaaaaa!!!

No sabía si darme por enterada porque, en principio, me llaman boba de CoRia, no de CoLia. Así que me he hecho la sorda pero el tío no callaba: - ¡¡¡Palal, palal!!! Tu tenel cosa mía. ¡¡¡Palal ya, coñe!!!

Todo el mercado lo miraba y después me miraban a mi que era la única persona que les daba la espalda. - ¡Oiga, que la llama ese hombre! - Ah, como no entiendo chino... - Intenté seguir mi camino pero me agarró de un brazo (hay que ver lo rápida y  ágil que es la gente cuando le conviene) - ¡Hombreeee, señor Li, cuanto tiempo sin verle! - ¡Tú tenel cosa mía! - ¿No será la mascarilla que no se ha puesto? Huy que multa le van a poneeeeer. Mire quién está ahí ¡Bedulioooooooooo! - ¡Tu callal!

Por supuesto, cuando Bedulio me vio desapareció dentro del Mercado. Entonces el chino volvió al ataque - Tu tenel llavelo mío. Tu dal a mi. - ¿Que llavero? - ¡Uno con ojo! - ¡¿Pepe?! - Si, sel Pepe. - Lo compré en su tienda ¿por que tengo que devolverlo? - Polque ahola tenel ojo y sel más calo. - Y se quedó tan pancho.

- ¡Será jodío! el ojo ha salido solo. Además es un catalejo. - Yo no vender catalejo. Yo vendelte cabeza jibalizada. ¡No sel lo mismo! Tu pagal más a mi - De repente me dió la risa floja, los ojos se me llenaron de lágrimas y no podía para de reir. Y le dije, poniéndome chula: - ¡Anda y que te ondulen con la permanent y pa suavizarte que te den con seltz! - ¡Mi no entendel!

Y me fui a mis recados. Al volver a casa el señor Li me esperaba en el portal. - ¡Tu pagal más! - Lo invité a subir, lo llevé al balcón, le dije que saltara sobre una hojita desprendida del árbol de la calle y desapareció como por arte de magia. Después, Pascualita, Pepe y yo nos dimos un homenaje con unos chinchones on the rocks fresquitos.

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