viernes, 10 de julio de 2020

¿Una dulce sirenita? ¡Ja!

Pascualita ha encontrado mi suministro de mascarillas y se las ha hecho suyas. Me enseña sus dientes de tiburón si intento cogerlas. - ¡Pascualita, coge la tuya! Luego le diré a la abuela que te traiga más ¡Pero éstas son mías!

No he logrado convencerla. Y lo peor ha sido que se las ha colgado del cuello y dándose impulso con la cola, ha saltado hasta el acuario y se ha zambullido. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! Me ha dicho tu abuela que me enseñes la mascarilla de Christian Dior que... ¿por qué las tienen en remojo ahí? Mira que eres rara, boba de Coria: Primero montas un acuario para algas y ahora, en lugar de peces, pones mascarillas. Tendrías que comentar estas cosas con el psiquiatra porque creo que tienes un síntoma nuevo del coronavirus: ¡la cabeza a las cuatro de la tarde! ¡Estás como una cabra!

Tuve que aguantar todo lo que quiso decirme la Cotilla y más, porque cuando se enteró la abuela me llamó en seguida. - "Te tengo dicho que no bebas más de una botella de chinchón al día, aunque sea on the rocks" - Es cosa de Pascualita. Se las ha hecho suyas. - "Es que no tienes sangre en las venas ¡Imponte, que solo es una dulce sirenita, por favoooooor!"

Quisiera saber en qué mundo vive la abuela... ¿dulce sirenita? Y luego la Cotilla me manda a mi al psiquiatra la muy jodía.

El caso es que, como no tenga las mascarillas secas el lunes, no podré salir a la calle porque me multarán. Bedulio estará esperándome en el portal de casa para ser el primero en hacerlo.

Le he pedido a mi primer abuelito que saque él las mascarillas del agua pero me ha dicho que nones. Que no quiere perder un dedo, o todos, por muy fantasma que sea. Al final le he propuesto ir a dar una vuelta por el barrio. - ¿No te gustaría verlo? - Se ha emocionado y una lágrima ha caído al suelo desde lo alto de la lámpara del comedor. - Pero hay que llevar mascarilla. - Como el abuelito no fue nadie importante, ni vivo ni muerto, es un fantasma pequeñito. Lo he cogido de la sábana, la he doblado en pico, me la colocado como si yo fuese un cuatrero-asalta-bancos, y dejando la cabeza del abuelito junto a la mía, hemos salido a la calle tan ricamente.

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