viernes, 18 de diciembre de 2020

Compras de Navidad.

 Hemos ido al mercado de Pere Garau, la abuela, yo y Geoooooorge. El mayordomo cargando con el carrito de la compra y , siempre, dos pasos detrás de nosotras. - ¿Es una manía que tiene el inglés? (pregunté) - "No. Es una costumbre de la Reina de Inglaterra. Hasta su marido tiene que seguirla. He intentado que Andresito haga lo mismo. Aún no lo he conseguido pero todo se andará." 

Giré la cabeza y le vi tan serio, tan estirado que me dio la risa. - Abuela ¿puedo llamarle silbándole? - "¿Cómo si fuera un perro?" (pensé que me había ganado un sopapo pero no. Le dio la risa floja y silbó) En realidad no le salió ningún sonido pero nos partíamos de risa y el pobre Geoooorge en el limbo.

Al pasar junto al payés que vende animales vivos, el mayordomo dijo: - Madame, ser bueno chiken para Noel. Comprar, plis. - ¿Quiére que le compres un pollo? (dije mientras me limpiaba las lágrimas) Desde que está con lo de Brexit no parece él. - "Sí, está un poco trastornado"

Compró un pollo, un conejo, un pato y un pavo. - ¿Me compras un periquito, abuela? - "Ya he agotado el presupuesto" - Vi alejarse el rolls royce convertido en una granja y sentí un punto de envidia.

 Poco después sonó el teléfono. Era Geooorge y parecía muy alterado: - ¡Plis! ¿tú querer a mi? - ¡Ni loca! - ¡Madame no querer a mi en su hause! - Quien te entienda que te compre. - Y colgué. Pero él insistió llamando una y otra vez. 

Desde lo alto de la lámpara del comedor, mi primer abuelito dijo: - Lo mismo tu abuela lo anda al otro mundo... como a mi.

Visto el panorama y sin saber a qué carta quedarme, le dije al inglés que viniera a casa.

Llegó hecho un manojo de nervios y cuando me contó lo sucedido lo dejé atontado de un escobazo. Llamé a Bedulio. - ¡Ven corriendo y te ganarás una medalla de tus jefes! - Más de media hora me costó convencerle. Cuando llegó le señalé: ¡Ahí tienes un asesino, internacional, en serie! - ¿En serio? - ¡En serie, coñe!

El mayordomo estaba medio grogui y se dejó esposar. Camino de la escalera le oí murmurar: Mi no entender... ¿Querer comer animales... vivos...?


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