viernes, 11 de diciembre de 2020

Gracias, Cotilla.

 - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Acabo de pasar por delante de la tienda de los chinos del señor Li y me ha encargado preguntarte que cuándo puede pasar a recoger las gambas gordas,

Se me ha quedado cara de panoli. Toda mi sangre se ha retirado a pasar las Navidades en el talón izquierdo... ¡Ya no me acordaba del encargo que me hizo el señor Li! - ¿Qué le digo, Cotilla? - La fecha y la hora en que tiene que... - ¡Eso no puedo hacerlo! - ¿Tantos encargos tienes? Ni que te las quitaran de las manos. - Lo que no tengo son gambas gordas. - Encarga más. - No tengo porque nunca he tenido.

La cara de la Cotilla se convirtió en una máscara que no auguraba nada bueno. - ¿Has engañado al señor Li?  ¡Te cortará la cabeza y la servirá, al ajillo, en el Año Nuevo chino! - Menos mal que falta mucho para eso... - Tienen buenos congeladores ésta gente. - ¡Ay, calle ya! ¿Por qué no me ayuda? - ¿Para que me decapiten a mi también si no queda contento? No, gracias. ¡Hasta nuncaaaaa! - Del bolso de la Cotilla salió un sonido metálico. - ¿Que lleva ahí? - Los botes de fabada contra las goteras. - No han sonado huecos. - Porque no lo están. En el trapicheo, primero vendo la cena y después las latas. - ¡¿Mis latas?! ¡¿Mis fabadas?! ¡Ya me está dando la mitad de las ganancias! - ¡EGOÍSTA!

Me pasé la mañana pensando en cómo salir del atolladero. Pregunté a Pascualita mientras ella tiraba buchitos de agua al árbol de la calle a través de la ventana. Momentos después todo cuanto se mojó, murió. - ¡Jopé! solo me faltaba ésto. - Pepe tampoco me solucionó nada y se pasó media hora diciendo OOOOOOOOOOOOO, con lo pesado que es.

Cuando volvió la Cotilla dijo: - ¡Toma! gambas gordas. A cambio de no tener que darte parte de mis ganancias con los botes de fabada. - ¡Hecho!

Una caja de dos kilos, con unas hermosas gambas gordas pintadas en la tapa, salió de su bolso. - A ver... - (Estaba a punto de abrirla cuando la Cotilla me gritó) - ¡Ni se te ocurra! El señor Li se puede mosquear. - Pues, si...


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