lunes, 4 de enero de 2021

¡Que frío!

He salido a la calle porque no me ha quedado más remedio y casi me quedo pajarito ¡Que frío hace! Caminaba como una autómata debido a la cantidad de ropa que llevaba ¡y seguía temblando! 

Menos mal que me he cruzado en el mercado, con una mujer que comentaba con una amiga: - El frío es sano. Te mueves un poco y ya entras en calor. - Y tenía razón. Si la tiene hay que dársela, como la torta que se me ha escapado y se ha estrellándo en su cara. 

Ha sido tan de improviso que no les ha dado tiempo, a la amiga a cerrar la boca abierta por el asombro y a la "lista" a levantarse del suelo donde ha aterrizado, cuando yo ya enfilaba el camino de casa, ligera del equipaje que se me había subido a la espalda al oir tamaña aberración.

¿Para qué está el Invierno? Para pasar frio, jopé. Si no, no existiría y miel sobre hojuelas.

Este pensamiento cruzaba por mi mente cuando la Cotilla, envuelta en tres enormes bufandas, siete jerseys y dos anoraks, pasó por mi lado, rodando. Es que, con tanto ropaje, no podía guardar la verticalidad. A pesar de ello me puso sobre aviso: - ¡Te persigue un hombre, boba de Coria!

El corazón me dio un vuelco: - ¿Será posible que haya ligado a pesar de ir vestida de esquimal? ¿Será el 2021 el año que la abuela se convertirá en bisabuela?

No me giré para que mi enamorado no pensara que estaba colada por sus huesos pero escuché sus pasos acercándose. - ¡Ayyyy, que emoción!

Era Bedulio: - Lo he visto todo. Aquí tienes la multa. - ¡Ha sido en defensa propia!

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