domingo, 2 de mayo de 2021

Andresito no convence.

 Andresito, viendo que su madre y su mujer no están por la labor de regresar a su casa ha venido a la mía para tratar de convencerlas pero ha pinchado en hueso porque le han dicho que nones.

Apesadumbrado por tener que encargarse, solo, de arreglar sus problemas decidió que, como Dios está en todas partes, lo mismo le puede rezar desde mi casa. La única que le hizo caso fue la Cotilla. - No te preocupes, rezaremos juntos en el altar de la salita.

- ¿Has montado un altar? Que previsora . ¿A qué santo está dedicado? - A los Amigos de lo Ajeno. - ¿Perdón? - ¡Pero si tú los conoces! Salían todos los días en los periódicos. - ¿Y crees que éstos van a evitar que pague más impuestos? - Por probar que no quede.

Por la cara de Andresito vi que no quedaba convencido y antes de encerrarse con la Cotilla en la salita, hizo otro intento de convencer a sus mujeres. Su madre le dijo que ya era mayorcito para solventar, solo, sus problemas. - Además, estoy viviendo una segunda juventud locamente enamorada de un hombre maravilloso. - Aaaayyyy, si mi padre levantara la cabeza ... - Lagarto, lagartooooooo.

La abuela le comentó que quería practicar los bailes de moda para cuando abrieran El Funeral. - "Tu deberías hacer lo mismo." - Pero él, erre que erre, siguió insistiendo en su tema y como la abuela es mucha abuela, no se calló. - "¿Acaso ya no eres el mayor defensor de las políticas norteamericanas? ¡Pues apechuga con lo que ha dicho su Presidente y si tienes que rascarte el bolsillo por una buena causa ¡te lo rascas! Y aquí paz y después, gloria" - Luego querrás vestidos de Chanel (se quejó el abuelito) - "¡Faltaría más!"

Ahora mismo están todos a lo suyo mientras Pascualita, Pepe y yo estamos en el balcón, al solecito, y charlando con el árbol de la calle sobre lo divino y de lo humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario