sábado, 15 de mayo de 2021

El suertudo.

La abuela ha venido de visita y, de paso, a enterarse si su primer marido está presente. - Ahora mismo, no. - "¿Cuándo vendrá?" - No tengo ni idea... - "¡Tu solo sabes lo que te conviene!" 

Está que se la llevan los demonios. La envidia le sale por las orejas. - "¿Y dices que está guapo?" - Guapo y elegante. No es raro porque lo visten los mejores modistos de la Historia de la Moda. ¡Y gratisssssss! - "¡No hay derecho porque cuando vivía era una media puñeta!" - Pues ahora está de toma pan y moja. - "¡Exageras! Siempre has sido muy pelota"

 Llamó Andresito: - ¿Está tu abuela, nena? - Si, pero no sé si es el mejor momento para hablarle... - Me quitó el teléfono de la mano. - "¿Qué hueso se te ha roto?"... No, ahora no puedo irme de aquí... Porque no... No me calientes que no estoy para bromas... Sí, espero a mi primer marido... ¿Te moslesta? pues ajo y agua que a mi me molesta más que los modistos nos cobren un dineral como si fueramos unos ningundis ¿De qué nos que sirve que conozcas a tanta gente si, al final, te cobran? ... A él no. Y encima los modistos son los genuínos... ¡Y qué si están muertos! ... ¡Yo quiero que me vista Chanel, la de verdad y que no me cobreeeeeeeee!"

Y sin encomendarse, ni a Dios ni al Diablo, estampó MI teléfono contra la pared. Rebotó y se fue al fondo del acuario lleno de ¡agua de mar! 

Pascualita, despertada de su relajado duermevela, subió furiosa hasta el borde del acuario y me tiró un buchito de agua envenenada al ojo que, gracias a mi entrenamiento, esquivé y le dio a la abuela que aulló cuanto quiso y más, antes de que yo lograra que cogiera la botella de chinchón y le diera unos buenos tragos.

Ahora duerme pero el ojo no deja de crecer ¡Es un señor ojón!... ¡Y ahora llega mi primer abuelito estrenando una fantástica mortaja de Yves Sant Laurens que tira para atrás, con un estampado primaveral en una finísima tela de lino que ya hubiesen querido para sí los faraones de Egipto.

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