viernes, 21 de mayo de 2021

Ni una foto.

 Pascualita está de uñas contra mi porque estuvo dentro del mar y le cerré el tapón de termo de los chinos.

Por más que le he explicado que toda la culpa fue de la abuela, por un oído le entra (aún no sé dónde los tiene) y por otro le sale. Comenté a la abuela que no se había publicado ninguna foto de cuando estuve en remojo con la ballena y me salió por la tangente. -  "Guardaran la noticia para ponerla como Serpiente de Verano cuando los periodistas no tengan nada mejor que publicar.

 - ¿Tu no habías tratado un precio con no sé quién? - "Sí, pero la ballena, ni te mordió ni te dio un coletazo que te subiera a la terraza de un hotel sin pisar las escaleras. O sea, que de lo dicho no hay nada" - Me sentí decepcionada... aunque casi mejor no salir en las teles para evitar el cachondeo. Menuda pinta la mía al salir del agua. 

Para quitarme el muermo de la decepción, he salido a caminar por Palma. Hay que aprovechar que no hay masificación de turistas y disfrutar callejeando sin estar dándote codazos con gentes coloradotas. Y así he descubierto que tenemos Palma llena de leones.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - Hola, Cotilla ¿Usted también se ha dado cuenta de que hay muchos leones en Palma? - ¿Ha llegado un circo? ¡Ya era hora! Creía que ya no llevan animales. - Estos están en la calle. - ¡¿Sueltos?!  ¡Esta noche me quedo en casa! - Mejor, así se evita encontrarse con la mafia china en busca del ordenador birlado... Y yo sé por quieeeeen.

Pero la Cotilla no me escuchaba. Cogió su móvil y fue llamando a sus compañeros de trapicheo: - ¡Hay leones sueltos! ¡Quedaros en casa!... ¡que sí!... Me lo ha dicho la boba de Coria... ¿Qué no me fie? - Se volvió hacia mi. - Que dicen que no lo han escuchado en ningún sitio. 

Yo no podía parar de reir viendo la expresión de incertidumbre en la cara de  la Cotilla - ¡Que no son de verdad jajajajajajaja ¡Aaayyyyy, me duele todo el cuerpo! Están de adorno en algunos edificios... ¿Por qué me mira así?... - Me salvó el timbre de la puerta cuando la Cotilla iba a darme con su bolso, que pesa un montón.

- ¡Ya vaaaaaa! (grite) ¿Quién eeeessss? - ¡Señol Li y mafia china. Tu ablil! - Cuando me girè hacia la vecina, ésta había desaparecido.

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