lunes, 11 de octubre de 2021

No gano para sustos.

 Le he pedido a la abuela asilo familiar en la Torre del Paseo Marítimo y me ha dicho que Rita la Cantaora. 

Debido a su avanzadísima edad he pensado que no me había entendido. - Es eso mismo que me has solicitado a mi muchas veces para Andresito porque... - "Ya sé lo que es eso, boba de Coria, pero no puede ser" - Pues me urge mucho salir de casa por un tiempo. - "Pues sal, hija. ¿Quién te lo impide?" - Es que como no sea en tu casa, no sé donde dormir y comer... - "Trae a Pascualita y te quitas un problema de encima" - ¿Y yo? - Vive tu vida, sal del nido y tal vez encuentres al futuro padre de mi bisnieto. Por cierto ¿qué tal es el albañil? ¿te hace tilín?

Se lo describí y dijo: - "Vaya... Bueno, pues nada, ya hablaremos otro día ¡No te olvides de la sirena!" - Y colgó.

¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! En el rellano están las fuerzas vivas del edificio. Me ha costado trabajo meterme entre ellas. Me han pedido que te convenza para que te asomes. - ¿Están muy enfadados? - Yo diría que si. Ya sabes que son muy pejigueros. Tiquismiquis, vaya. - ¿No les ha dicho que todo es culpa suya, Cotilla? - ¿Mía? ¿De quién es éste piso? ¿quién vive aquí? ¿quién paga la Comunidad? - Eso... ¿quién? - ¡¡¡Tú, alma de cántaro!!! Por lo tanto eres quien debe dar la cara. - ¿Y si me la rompen...? - Tal vez te hagan un favor.

Decidí enfrentarme a mi Destino. Abrí la puerta mientras Pascualita se acomodaba en mi escote. El Presidente de la Comunidad, sacando pecho, encabezaba al resto de los vecinos que al verme y como si lo tuvieran ensayado, pasaron un dedo por sus respectivos cuellos. Donde había dedo yo vi cuchillos afiladísimos. Los vecinos se habían convertido en piratas ávidos de sangre ¡y cerré la puerta de golpe! Pero no funcionó.

Alguien puso el pie y yo sentí que, de un momento a otro, caería por el agujero de Torcuato y desaparecería en él para siempre... Entonces, al filo del precipicio llegó, envuelto en sedas de Oriente a modo de sudario maravilloso, mi primer abuelitoy revoloteó entre los vecinos esparciendo un olor muuuuuuuy AFRODISIACO y, como música de fondo, un tintineo de monedas mientras metía en sus mentes la frase: ¡TESORO ESCONDIDO!

Todos desaparecieron hacia sus casas... Lo que no sé es si se fue cada oveja con su pareja...

 

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