domingo, 6 de agosto de 2023

Donde las dan, las toman.

La Cristalera del balcón la ha tomado con el árbol de la calle. - Nicomedesssss... ¿quién se llama Nicomedes por éstos andurriales?... ¿Nadie? jijijijiji ¡anda que, entre Bedulio, Pompilio y Nicomedes, tenemos en casa a los santos más "originales" del santoral!

Se notaba a las claras que el árbol estaba hasta el moño de las gracietas de la puerta de cristales. - ¿A qué vienen tantas risitas? - Será porque ha refrescado... Nico jijijiji - ¡Basta ya! (grité) ¡Dime de lo que presumes y te diré de qué careces!

Los vecinos que pasaban por la acera se dieron por aludidos. - ¿Es a mi? - ¿O a mi? - ¿Qué pasa conmigo? ... - ¡No! Es algo entre mi... amiga Cris... pula y yo. Hale, circulad, chismosos.

Al entrar en casa tuve que saltar sobre Pascualita para no aplastarla. Había saltado de la pila de lavar del comedor hasta el suelo para enterarse de lo que ocurría. Me estampé contra la pared de enfrente y ella consiguió salir al balcón... justo cuando el señor Li se acercó al árbol a chafardear ¡y vio a la sirena! Y gritó como un poseso: - ¡Nenaaaaaa, tu ablil puelta de calle! ¡Mi quelel gamba goldaaaaaa! ¡¡¡ABLIL!!!

A todo ésto, el árbol temblaba aguantando la risa floja que luchaba por escaparse de su boca de madera al tiempo que una palabra iba tomando fuerza en su tejido vegetal. Y entonces ¡explotó!: - Críspula... La Cristalera jijijiji se llama... ¡¡¡CRISSSSSPULAAAAA!!! JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA


 

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