martes, 8 de agosto de 2023

La mariposa.

 Haciendo más eses que un borracho, una ráfaga de viento, trajo una mariposa multicolor con dos palmos de lengua afuera.

- ¿Qué es eso? (preguntaron todos los que la vieron) El árbol de la calle, que siempre se las da de enterado, dijo - Un hippy de última hornada. - En realidad pareció que solo Pascualita sabía que era "aquello" porque se subió a la mesa del comedor, con la boca abierta, dispuesta a merendarse a la mariposa.

El árbol evitó el mariposidio metiendo una rama entre bicho y bicho. Al final la sirena acabó comiendo hojas de platanero.

La lengua de la mariposa se veía rasposa. - ¡Fengo fed! ¡Afuaaaaaaaaaaaaaaa! - ¿Qué idioma hablan los hippys? (preguntó, curiosa, una de las bolas de polvo que pasaba por aquí. - No lo sé pero creo que éste pide agua!

A la rama interpuesta no le hizo ni pizca de gracia que se le comieran hojas. Empezó a repartir mandobles y yo me llevé uno en plena nariz. ¡Madre mía, como sangraba! Lo peor es que fui atacado por dos energúmenos: una con cola de sirena, al olor de la sangre. La otra queriendo libar de una hermosa "flor roja" que salía de mi nariz. - ¡Puag, que asco! ¿Esto es el néctar del que tanto se habla? (dijo, la mariposa) - En cambio Pascualita no dijo nada en cuanto vio que mi mano sostenía una botella de chinchón.

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