martes, 5 de diciembre de 2023

La espantá.

 Huy de lo que me he enteradooooo... ¡Un torero ha dado una espantá y ha dejado plantada a su novia el día de la boda! 

Pero ¿cómo se le ha podido escapar con lo caros que se venden los novios? 

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Ya no te puedes fiar de nadie. Te levantas pensando que tendrás un buen día. Que habrá valido la pena madrugar. Que la vida es muy bonita. Que suena muy bien el ruido de los euros en los bolsillos... - ¿Cree usted que ese ha sido el motivo, Cotilla: el vil dinero? Si me llega a pasar a mi le corto las dos orejas y el rabo y doy vueltas al ruedo hasta cansarme.

La Cotilla, camino de la salita, preguntó: - ¿De qué hablas, boba de Coria?

Con Pascualita en mi escote, me senté cerca de la vecina a compartir unos chinchones on the rocks - De lo que ha pasado en la iglesia. Lo han dicho en la tele. - ¿Ah, sí?... vaya. Espero que no se me haya visto la cara. En mi trabajo el anonimato es un mérito. No veas cómo se ha puesto el sacristán, ¡como un miura! Y eso que los cepillos estaban vacíos. El lo sabía pero, aún así me ha perseguido. Menos mal que, al saltar de banco a banco, se ha torcido un tobillo. Le está bien empleado por no respetar mis canas ni mi condición de pensionista que no llega a fin de mes... ¡snif!

Una escuálida lagrimilla asomó a uno de sus ojos. - ¡Cotilla, que cuajo tiene! - ¿Qué ibas a contarme de la plaza de toros?

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