domingo, 24 de diciembre de 2023

Nochebuena.

¿Quién ha enseñado a tocar la pandereta al árbol de la calle? ¡No para en todo el día! Salí dispuesta a morderle las manos para que se estuviera quieto pero me frenó la cara de sufrimiento extremo que tenía. De todas maneras le ataqué un poco: - ¿De qué vas, Blas. - ¡Es ella la que zascandilea, salta, se contorsiona... para no dejar de sonar! Está desenfrenada ¡Es un torbellino! - Efectivamente, la pandereta no necesitaba a nadie para armar jaleo.  

Al verme se acercó entrechocando sus múltiples platillos: - ¡¡¡En el portal de Belen.¡TICHÍN, TICHÍN, han entrado los ratoooones ¡TICHIN, TICHÍN y al bueno de San José le han roído los calzooones ¡TICHIN, TICHIN, TICHÍN!

Los comensales de la Santa Cena se habían tapado los oídos con las migas de pan, duras como el cemento armado. De la cocina me llegó el lastimero OOOOOOOOOOOOOOOOO de Pepe el jibarizado. Por su parte Pascualita se había encerrado en el barco hundido sin trazas de querer salir de allí.

Viendo que nadie la seguía en su jolgorio, la pandereta avivó su contorneo hasta que la escoba, muy decidida ella, le arreó un escobazo mandándola a la copa del árbol que, inmediatamente, se sacudió como hace un perro con sus pulgas y pronto dejamos de escuchar el ¡TICHÍN, TICHÍN, TICHÍN!

Pero me llegó un mensaje escueto: - ¡SOSAINAS!

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