domingo, 10 de diciembre de 2023

Que potra tiene la Cotilla.

El señor Li ha echado en falta, en su tienda de los chinos, un montón de árboles de Navidad sintéticos y no se le ocurrió otra cosa que escribir una nota y pegarla por las esquinas. Yo me enteré cuando me llamó el árbol de la calle golpeando los cristales del balcón

- ¡Hey, a ver si te los cargas! -  Nena, léeme lo que dice ese panfleto! - Bajé a la calle y leí en voz alta: - Yo sel el señol Li. Me han lobado tleinta y tles álboles de Navidad. Quielo al ladlón vivo pala hacel.le tolmento chino.

Luego estuvimos de tertulia en casa: - ¿Ha ofrecido dinero? No, pues no lo encontrará(opinó un comensal de la Santa Cena) - ¡Tienes razón! menudo pardillo jajajajajaja. - ¿Y qué será eso del tormento chino? - OOOOOOOOOOOO - Pepe el jibarizado dijo que Cosquillas en la planta de los pies.

La escoba opinaba que mejor un buen escobazo para enderezar a los malandrines. Pompilio no era partidario de la violencia física. - ¡Claro. Que vas a decir tú que te pasas los días robando calcetines!. - Las bolas de polvos, arremolinadas a mis pies, tenían montado tal guirigai que fue imposible entenderlas - Pascualita escupió un buchito de saliva envenenada - ¡No estaría mal tampoco. (le dije) ... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! ¡Mira, nena, dinerito fresco! 

Mi lengua dio un respingo y en cuanto la boca se abrió, largó lo que no está escrito. - ¿A qué ha vendido abetos navideños? ¿A qué sí? ¡Si lo sabré yo! ¡Estaba segura!  Pero tengo mala pata ¡No hay recompensa y no cobraré nada!... - Abetos, si. Ha sido un golpe de suerte. De un camión, al frenar bruscamente, ha caído una caja a mis pies... - ¿Llena de abetos que "no eran de nadie"? - ¡Exacto! 

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