lunes, 31 de julio de 2023

Pompilio le quitó el calcetín.

Llamaron a la puerta. Era Bedulio el municipal, con cara de pocos amigos. - Traigo una multa a petición de los vecinos. - ¿Qué he hecho ahora? - Lo de siempre: escándalo público, no dejas dormir a la gente de bien... Y ahora has montado una timba: - ¿Yooooooooooooo? - En la denuncia cuentan que se te escuchaba, claramente, gritar: ¡SUBO LA APUESTA! - ¿Quééééé?

También se quejan de que la cristalera se ha pasado toooooda la noche dando golpes abriendo y cerrando la puerta. - ¡Alto ahí! Yo, con eso no tengo nada que ver... y con lo demás, tampoco. ¡Apáñate tú con la Cristalera! - ¿Quiéres que la multe? - No voy a pagar yo todos los platos rotos. 

La multa era grande para mi que no soy ni mil eurista. Y seguí negando la verdad. - Valientes vecinos tengo que se pasan la noche en vela vigilando a los que dormimos plácidamente. - Entonces me fijé en los pies del municipal - ¿Está de moda llevar un solo calcetín con el uniforme? ¡Que modernos!

Los ojos de Bedulio volaron hasta sus pies: - Llevaba dos. - Que raro... ¿no? - ¡Llevaba dos! (insistió) - Entonces dije las palabras mágicas: ¡Abuelito, mira que moderno va Bedulio!

Para cuando acabé la frase Bedulio ya había llegado a su cuartel batiendo los records olímpicos de todos los tiempos.

Que poco le gustan los fantasmas a éste hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario